Foto: Aporrea

Via Aporrea

En este mes de mayo de 2023, el día 14, cumplimos 21 años como medio de comunicación popular-alternativo de difusión masiva y discusión en Venezuela.

En estos 21 años hemos pasado por distintas etapas y hemos ido adaptando nuestro rol a las circunstancias, en función de la esencia que marca nuestra identidad y compromiso con el movimiento obrero y popular, con los distintos sectores del pueblo, su necesidades y aspiraciones, sus derechos y sus luchas, como trabajadores, comunidades, campesinos, mujeres, indígenas, los distintos estratos generacionales…

Esto siempre con el sentido internacionalista que nos une solidariamente con todos los pueblos del mundo que luchan por su liberación, por un presente y un futuro mejor, contra la explotación y la opresión, por la preservación de la naturaleza, de la vida del planeta, de nuestra propia especie humana, amenazados todos por el sistema capitalista depredador y los modelos sociopolíticos que oprimen o suprimen libertades.

Es así desde que Aporrea nació, salida del seno de movimiento popular, en defensa de un proceso revolucionario de transformaciones y conquistas favorables a los desposeídos y excluidos, en pro de condiciones más dignas y justas de existencia (la Asamblea Popular Revolucionaria frente al golpe de Estado del 2002).

Y lo ha seguido siendo, al enfrentar junto al pueblo grandes obstáculos y al derrumbarse muchas expectativas y esperanzas; alineados todo el tiempo contra las fuerzas retrógradas y degenerativas, del signo que sean: frente al entreguismo, frente a la corrupción y a la traición, frente a la ruptura con los principios o ideales… Desde la denuncia, desde la crítica, desde la libre confrontación de opiniones y con el debate, alimentando la convergencia de los nobles propósitos… Desde la auto organización y el protagonismo independiente que deshace ataduras o sometimientos para garantizar nuestra condición de pueblo soberano, que ejercita la ciudadanía y que busca su pleno empoderamiento democrático y alcance del bien común.

Surgimos como un medio para informar y difundir opiniones dando prioridad al pueblo en sus luchas, por encima de los actores hegemónicos que hacen uso del poder y del dinero para imponerse sobre el pueblo desprovisto de mejores instrumentos.

Con el proceso revolucionario la genuina comunicación popular y alternativa tuvo un florecimiento y un impulso del que fuimos parte. Pero al haber reclamos populares para ir más allá o resistencias para evitar pasos atrás, o advertencias sobre caminos y prácticas erradas, optamos por seguir siendo expresión de nuestro pueblo en su diversidad.

Por asumir todo esto se nos han retirado, a partir de cierto punto, fuentes lícitas de financiamiento, apoyos institucionales para la comunicación y la cultura; se nos ha sometido a campañas de descrédito desde medios del Estado (que se suponen de todos); hubo quienes desde el gobierno nos “clasificaron” y quisieron meternos en el saco de la oposición golpista, monitoreada por el extranjero, llegando a decirnos que estábamos “infiltrados por la CIA”. Y en las filas opositoras al gobierno, más no al sistema capitalista en que seguimos viviendo, han querido atribuirnos, a su vez, responsabilidades y culpas que le achacan al gobierno (tratando de hacer ver que somos lo mismo), cuando nosotros nos hemos caracterizado por ser espacio para la denuncia, la crítica y la presentación de propuestas desde las filas del movimiento obrero y popular, así como de las corrientes de izquierda, apegados en todo momento a una postura revolucionaria, democrática y popular.

En ambos polos, que hoy hasta confusamente se combinan, incomoda el ejercicio de la independencia, de la crítica al poder político y económico de las castas dominantes (en las que están incluidos sectores de esos polos “opuestos”) y sobre todo, molesta el emplazamiento permanente, molesta el acompañamiento de las luchas de la clase trabajadora y de los sectores populares, de los intelectuales honestos, de la gente que no tiene precio, que no se vende a ningún postor… y que son los que marcan el rumbo de Aporrea.

Eso nos valió ser discriminados, entorpecidos, bloqueados, saboteados. El bloqueo a Aporrea, que ocurre desde hace años y que nos ha ocasionado altibajos recurrentes, ha sido una práctica arbitraria y anticonstitucional realizada desde instituciones del Estado, con la finalidad de negar el acceso a los contenidos de la página Web. Algo que no va sólo contra el Equipo de Aporrea, sino que afecta a decenas de miles de lectores y lectoras, lo que violenta, de hecho, la libertad de información. Al mismo tiempo se obstaculiza o impide que los autores puedan difundir su pensamiento, compartir o debatir sus opiniones, hacer llegar sus propuestas al público, con lo que se viola a diario la libertad de expresión, repetimos: no simplemente de un equipo editorial que administra y opera la página, sino de los ciudadanos y ciudadanas, de la gente del pueblo y de las organizaciones que la utilizan.

Porque, de paso, todos estamos impedidos de utilizar los medios públicos, del Estado, que nos pertenencen como pueblo y no pueden ser objeto de secuestro y privilegio de una facción o de un gobierno, con discriminación patente del conjunto de la ciudadanía despojada del derecho a tener esa voz.

Pero, no sólo es el bloqueo; también se ordenan ataques informáticos que se efectúan principalmente desde el exterior del país, como el que acaba de producirse poco antes de ser publicado este Editorial. También ha habido detención de autores que publican sus artículos en esta página, por sus denuncias u opiniones.

Para nosotros el antídoto contra eso que describimos, es reforzar aún más nuestro papel en el cumplimiento de nuestra misión y mejorar la articulación con los colectivos que se manifiestan e intercambian a través de las redes sociales, potenciando su alcance. Y como siempre lo hemos hecho, les animamos a asumir el rol de Pueblo Comunicador que transmite sus propias luchas, comparte sus propias experiencias, inquietudes y angustias, e intercambia ideas para mejorar lo presente. Por otra parte, nuestra fortaleza para poder resistir los atentados que se realizan contra Aporrea y contra el derecho a la libre información y opinión de nuestra comunidad comunicacional, reside en la solidaridad, nacional e internacional que se nos brinda.

En medio de las dificultades e incertidumbres, seguiremos siendo catalizadores de todo esto, de los reclamos y planteamientos del pueblo, del pensamiento crítico, en los tiempos que están por venir. Creemos que Aporrea va a seguir siendo importante y necesaria.

Y para seguir realizando esta tarea, pedimos también la contribución y la ayuda de nuestros usuarios y usuarias, autores y autoras, organizaciones sociales, culturales y corrientes políticas comprometidas con las libertades públicas y el interés colectivo, para el sostenimiento y defensa de tan importante herramienta. Teniendo conciencia de la grave situación económica de nuestros usuarios dentro de Venezuela, hacemos un llamado a quienes nos visitan desde el exterior a que consideren hacer un aporte vía tarjeta de crédito a través de nuestra plataforma de donativos.

Agradecemos, por nuestra parte y en nombre de todos y todas, a quienes han colaborado de una u otra manera con el funcionamiento y permanencia de la página o han dado aportes y donativos solidarios. Necesitamos imperiosamente que eso se siga haciendo.

¡Defendamos y sostengamos a Aporrea, en defensa de todos!

Animamos a que durante los próximos días y semanas, a lo largo de este mes de aniversario, y especialmente el día 14 de mayo, compartamos entre usuarios y usuarias, autores y autoras de artículos, integrantes de esta colectividad comunicacional que es Aporrea, tanto de Venezuela como a escala internacional, las valoraciones, críticas constructivas e ideas o propuestas sobre Aporrea y sobre el ejercicio de la comunicación alternativa y popular, a través de nuestros correos, con mensajes o publicaciones en la página y en las redes.

En los próximo días iremos desarrollando nuestra agenda para la celebración del aniversario y por resto del mes en curso.

¡Un abrazo virtual y felicitaciones mutuas entre los miembros de la Comunidad de Aporreadores y Aporreadoras!

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