La coyuntura se mueve… prisión para Bolsonaro y otras dos tareas
Varias luchas se combinan en este momento: por la detención de Bolsonaro, por el fin de la escala 6×1 y contra el ajuste fiscal
“Eppur si mouve”. La frase de Galileo, traducida libremente como “algo se mueve”, resume un poco el espíritu general de la política brasileña tras las elecciones. Algunos analistas políticos evocaron el marasmo, sobreestimando la fuerza de Bolsonaro para explicar el resultado electoral.
La victoria de Trump fue un hecho político que agrava la preocupación general por las acciones de los conservadores en todo el mundo, aumentando la violencia contra los pueblos (especialmente inmigrantes), fortaleciendo el negacionismo climático y los “golpistas delirantes” como Musk.
Sin embargo, la realidad brasileña esta moviéndose mucho en las últimas semanas. La revelación de los planes golpistas, ahora de conocimiento público con el fin del secreto procesal, ha mostrado la agresividad y falta de preparación del núcleo duro del bolsonarismo. La nueva coyuntura exige luchar en tres frentes: para que Bolsonaro sea detenido y rinda cuentas; apoyar las luchas en curso, especialmente la de los trabajadores de Pepsico; y disputar en la opinión pública la condena del paquete antipopular.
Cárcel para Bolsonaro y sus adláteres. No a la amnistía para los terroristas de derecha
La primera y más importante tarea es hacer eco y desmoralizar, entre todos los sectores de la población, el carácter golpista y terrorista de Bolsonaro. El informe final de la PF indica que Jair Bolsonaro “dirigió, actuó y tuvo el control” de un intento de golpe de Estado a finales de 2022. Como ya se sabe, el plan incluía asesinar a Lula, Moraes y Alckmin y no se llevó a cabo, según el mismo informe, por “circunstancias ajenas a la voluntad” del líder genocida.
Ante tal revelación, no hay otra salida que amplificar la denuncia y poner en la boca del pueblo la consigna “Bolsonaro en la prisión”. Esto debe hacerse a través de la agitación sistemática, con carteles, redes sociales, y además de la acción que está siendo convocada para el 10 de diciembre en todas las capitales.
Además, necesitamos articular la lucha para enterrar el Proyecto de Ley de Amnistía y discutir medidas que puedan cambiar la agenda política hacia una mayor confrontación con todo el “complejo golpista”: financiadores, como el agronegocio y otros, agentes civiles y militares. Necesitamos reducir el “tutelaje militar” que sigue existiendo, con una verdadera reforma de las Fuerzas Armadas y la destitución sumaria del ministro Múcio, enlace entre el gobierno y los sectores que quieren amnistiar a los golpistas.
La detención del ya inelegible Bolsonaro puede tener dos efectos en la oposición de derecha: seguir amplificando las contradicciones ya expuestas en este sector sobre el liderazgo capaz de unir en 2026, y un intento de los sectores de Bolsonaro de medir su fuerza en las calles. Ambas cuestiones deben ser tratadas, pero en la lógica de que no hay tiempo que perder en aprovechar la conmoción popular para poner a Bolsonaro y su clan a la defensiva.
La clase obrera se mueve desde abajo
La bandera levantada por el movimiento del VAT – Vida Más Allá del Trabajo (liderado por Rick Azevedo) para poner fin a la lista 6X1 se desbordó en las redes sociales y en las calles, empezando por la petición y las manifestaciones del 15 de noviembre.
Estamos ante un movimiento desde abajo, que está llegando a los centros de trabajo de todas partes, para recomponer las reivindicaciones y agendas de la propia clase obrera. La lucha contra la escala de masacre 6X1 está vinculada a la necesidad de una defensa más amplia de los derechos de los trabajadores como clase, como por ejemplo la defensa de la salud mental y del tiempo libre para actividades fuera del trabajo.
La huelga lanzada por los trabajadores de PepsiCo en las fábricas de Itaquera (SP) y Sorocaba contra la escala 6X1 es un punto culminante: es la primera huelga por la reducción de la jornada laboral tras entrada del VAT en encena. Es un salto de calidad, pues la lucha de los trabajadores de PepsiCo repercute en todo el país. Hay muchas muestras de solidaridad en las asambleas y piquetes que se están siendo hechas.
Por otro lado, todavía en el calendario de luchas, la huelga municipal de profesores de Río de Janeiro se enfrentó al Paes, con grandes asambleas, una ocupación relámpago del ayuntamiento y una marcha que fue reprimida por la policía.
Debemos dar todo nuestro apoyo a las luchas en curso, utilizando también iniciativas parlamentarias para presentar leyes locales contra la escala 6×1, siguiendo el modelo presentado por Fábio Félix y seguido por Luciana Genro, Camila Valadão, Roberto Robaina, Luana Alves, entre otros.
No dejes de hablar del paquete antipopular
Las luchas contra la escala 6×1 y por la detención de Bolsonaro requieren una amplia unidad de acción. Aún así, hay una lucha importante que debemos librar, que tiene que ver con las medidas que van a ser anunciadas por Haddad para recortar gastos.
Formamos parte de los que promovieron el manifiesto contra el paquete. Detrás del discurso del “equilibrio fiscal” se esconde la continuidad del “Nuevo Marco Fiscal”, que es una directriz al servicio de la austeridad contra el pueblo.
En coherencia con esta localización, nos sumamos al calendario de luchas por estas banderas.