En las próximas semanas, Lula tiene la intención de concluir la reforma ministerial y materializar una nueva fase del gobierno: en el ámbito político, pactar “orgánicamente” con Lira y el centrão; en el económico, consolidar la acción de Haddad como operador del social-liberalismo a través de la aprobación del nuevo “arcabouço fiscal” (ajuste) y la reforma tributaria.

La extrema derecha se atrinchera en la CPI del MST, en la que destacamos la resistencia y combatividad de Samia Bonfim, quien, junto con Fernanda Melchionna, ha demostrado cómo llevar a cabo una lucha parlamentaria contra el bolsonarismo. Por su parte, el gobierno no aprovecha la situación defensiva de Bolsonaro para enfrentar y debilitar aún más a este sector. Al contrario, ha hecho señales de querer componer con el PP y los Republicanos como forma de garantizar la supuesta “gobernabilidad”.

Nuestras tareas, frente al giro hacia el centrão, consolidado con la entrada del PP y los Republicanos al gobierno, es más necesario que nunca reforzar el polo independiente. Este es el desafío del PSOL.

Una política económica que agrada a los banqueros

El gobierno de Lula, a través del equipo económico liderado por Fernando Haddad, avanzó en dos medidas a pedido del capital financiero, llamadas “Faria Lima”: la aprobación del nuevo “arcabouço fiscal” y la reforma tributaria. Una encuesta, difundida después de la aprobación holgada de la reforma tributaria, indica que la confianza en Haddad entre los agentes del capital financiero llegó al 65%.

La reforma tributaria, respaldada por la FIESP, no modificó la estructura tributaria regresiva de Brasil, además de eximir las exportaciones y los insumos del agronegocio, incluyendo los agrotóxicos, propiedades y negocios vinculados a las grandes iglesias evangélicas, trasladando la carga final al consumidor. Nuestra posición, manifestada en la abstención de nuestros parlamentarios, se puede leer en la nota del Secretariado del MES sobre la votación de la reforma tributaria. Otra medida anunciada fue el mayor “Plan Safra” presentado hasta ahora para el agronegocio brasileño, celebrado incluso por sectores más hostiles al gobierno, reservando una fracción mucho menor para la agricultura familiar y sostenible.

El carácter fiscalista de la gestión de Haddad encuentra eco en otros programas previstos para el segundo semestre, como el plan de estímulo a las PPPs -incluyendo, como se anunció, la construcción de nuevas unidades penitenciarias- y la intensificación de la Ley de Responsabilidad Fiscal para estados y municipios. Estas medidas encajan dentro de los parámetros del nuevo “arcabouço fiscal”, que unificó a la mayoría de la burguesía con los planes de Haddad.

La alianza con Lira y el gobierno con el centrão

En el frente político, el giro del gobierno implica una relación aún más orgánica con el centrão. Además de la designación de Celso Sabino (União Brasil-PA) como Ministro de Turismo, continúan las negociaciones para la entrada del PP y los Republicanos en carteras estratégicas. La disputa es por quién saldrá: se especula que se entregarán el Ministerio de Desarrollo Social, responsable del Bolsa Familia, el Ministerio de Deporte, liderado por Ana Moser, una nominación del movimiento de atletas y exatletas que colaboraron con la transición, e incluso el Ministerio de Ciencia y Tecnología, actualmente en manos del PCdoB, después de años de destrucción.

Durante los primeros meses de la administración, el gobierno buscó acercarse a Lira y al centrão. La bancada gubernamental votó por Lira, sin titubear, para la presidencia de la cámara. El mismo Lira fue el garante de la aprobación del arcabouço y la reforma tributaria, tras la distribución de miles de millones en enmiendas parlamentarias. Ahora, el siguiente paso es que el centrão entre “oficialmente” en el gobierno, solicitando ministerios y control de empresas estatales. Allanando el camino, el STF, a través de Gilmar Mendes, archivó los procesos que se estaban llevando a cabo contra Lira en el estado de Alagoas. Las señales también son claras para la entrega de posiciones en entidades autónomas y empresas estatales a sectores más fisiológicos, muchos de los cuales ocuparon cargos en los gobiernos de Temer y Bolsonaro.

“Coptar al bolsonarismo” o enfrentar y aplastar a la extrema derecha

La estrategia del gobierno para lograr la “gobernabilidad” fue resumida por el líder del gobierno en la Cámara, José Guimarães (PT-CE), en una entrevista con Folha de S. Paulo, en la que normaliza las negociaciones con partidos que estuvieron en el gobierno de Bolsonaro y en cuyas bancadas se encuentra una parte significativa de la extrema derecha bolsonarista.

Tenemos otra visión: para garantizar el éxito del gobierno y enfrentar a la extrema derecha, es necesario aprovechar la inelegibilidad para golpear aún más a Bolsonaro y a los golpistas, aislando y derrotando políticamente a la extrema derecha. Por eso, defendemos la independencia política del PSOL -como hemos expresado a través de la actuación de nuestros parlamentarios o de la juventud durante el último Congreso de la UNE. La defensa de esta posición y la necesaria lucha contra la extrema derecha serán tareas fundamentales en el VIII Congreso del PSOL.

Israel Dutra es sociólogo, Secretario General del PSOL, miembro de la Dirección Nacional del partido y del Movimiento Esquerda Socialista (MES/PSOL).

Thiago Aguiar es doctor en Sociología (USP).