En reunión realizada este sábado (17) en São Paulo, la Dirección Nacional del PSOL definió su posición sobre la participación en el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva (PT). Como había anticipado la líder de la bancada del partido en la Cámara de Diputados, Sâmia Bomfim (PSOL-SP), prevaleció la posición de la mayoría, de no ocupar cargos en la nueva gestión. La resolución nacional debe servir como parámetro para que los directorios estatales establezcan su relación con los gobiernos estatales.

Por otro lado, la sigla garantizó el apoyo a la administración del PT cuando es atacada por la derecha y especialmente en el cumplimiento de las agendas populares. El PSOL luchará por el cumplimiento de las promesas de campaña, como la lucha contra el hambre, la creación de puestos de trabajo, la derogación del techo de gasto, la construcción de un presupuesto democrático, además de medidas económicas y sociales como la tributación de las grandes fortunas, la tributación de beneficios y dividendos, etc. El compromiso del PSOL quedó establecido en la resolución “PSOL con Lula contra el bolsonarismo y por los derechos del pueblo brasileño”.

“Consideramos que esta es una gran victoria, una victoria estratégica, no solo táctica. Aunque la resolución tiene el límite de no declarar que el PSOL es independiente, deja claro que el partido apoyará todo lo que ofrezca el gobierno que sea útil para el pueblo. El partido se enfrentará a la extrema derecha y no aceptará el intento de deslegitimar al gobierno -porque tenemos una extrema derecha que es golpista-, pero también tendrá una posición independiente, en el sentido de defender a la clase obrera. Porque no hay compromiso del gobierno con medidas que no sirven al pueblo, por las razones que sean, como la necesidad de que el PT negocie con los partidos burgueses por la gobernabilidad. No aceptaremos medidas que ataquen al pueblo y, al no formar parte del gobierno, el partido garantiza su autonomía en la práctica, para mantener posiciones claramente de izquierda”, comentó el presidente del PSOL en Porto Alegre y líder del Movimento Esquerda Socialista (MES), concejal Roberto Robaina.

La decisión de la Dirección Nacional fue esperada con ansias por la militancia partidaria. En los días previos al evento, el PSOL vivió un intenso debate sobre las direcciones tácticas y estratégicas a seguir. Una parte de este debate -incluso hecho público, a través de la prensa- presentó básicamente dos posiciones.

El debate que atravesó el PSOL fue la participación en el nuevo gobierno, con puestos y cargos en ministerios u órganos de la administración pública. Los defensores de esta idea –entre ellos, el presidente del PSOL, Juliano Medeiros, y el diputado federal electo, Guilherme Boulos– la justificaron en la necesidad de supuestamente “llevar más a la izquierda al gobierno electo”. Pero la mayoría del PSOL reivindicó la importancia de no ser parte del gobierno para preservar un compromiso fundacional del partido, para mantenerse fiel a las banderas de la clase obrera, los movimientos sociales, a través de la militancia y la lucha parlamentaria. La independencia permitiría una defensa más clara de estos lineamientos frente a una nueva gestión que se ha aliado y ahora tiene compromisos que cumplir con los más diversos sectores burgueses.

“Para este sector del partido, tampoco habría posibilidad de disputar el gobierno de Lula para la izquierda, porque el nuevo gobierno ya tiene una orientación, que es dada por Lula, por el PT, en composición con partidos burgueses. El pensamiento hegemónico de la fórmula y la alianza Lula-Alckmin es de una colaboración de las clases sociales que va en la dirección de mantener inalterado el régimen democrático burgués, y de la explotación de la clase obrera como lógica de funcionamiento económico del país. Componer el gobierno sería comprometer al PSOL”, evalúa el concejal, uno de los fundadores del partido.

Estos puntos de vista fueron reexaminados en la reunión de la Dirección Nacional. A favor de participar en el gobierno de Lula, las corrientes Primavera y Revolución Solidaria (encabezadas por Boulos) terminaron por incorporar, para no perder la mayoría, la propuesta de no aceptar componer el gobierno. Ya se habían retractado antes y propusieron que la resolución final del partido incluyera la no nominación de cargos para el gobierno de Lula. Pero la sugerencia fue cuestionada con razón por Insurgência, corriente aliada en este sector pero que no aceptó tal formulación, ya que no vetaría la participación de militantes por medio de invitaciones, por ejemplo. El cuestionamiento fue apoyado por otras corrientes de la llamada izquierda del PSOL, como el MES y Fortalecer, que llevaron la negociación hacia una resolución final alineada con la posición de autonomía del PSOL.

Lea la resolución nacional completa aquí.

Tatiana Py Dutra es periodista de Revista Movimento.

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