“Tucanato” se refiere a “tucano” (tucán), el animal-símbolo del Partido de la Social Democracia Brasileña, un partido de la derecha tradicional del país

Las elecciones en São Paulo empiezan a tomar forma definitiva. La reciente encuesta de Datafolha y la retirada del carismático presentador de televisión José Luiz Datena de la carrera al Senado están consolidando el panorama electoral. La ventaja de Fernando Haddad indica una segunda ronda cómoda. El escenario sin Marcio França muestra a Haddad con el 34% y a Tarcisio y García con el 13%, empatados en el segundo lugar.

En medio de la reñida contienda electoral general, São Paulo es uno de los capítulos más importantes. A tres meses de las elecciones, los dados están echados. Veamos algunas cuestiones:

• La importancia de São Paulo para Lula. Además de la densidad general del mayor colegio electoral del país, podemos enumerar algunos elementos: 1) Por primera vez, el PT puede gobernar SP; 2) Es el laboratorio de la alianza política con Alckmin y del modelo económico; 3) neutraliza a los tucanes, señalando a los mercados;
• Los efectos de la salida de Datena: fue un revés para el bolsonarismo, que pierde al que sería su principal candidato. Esto cambia el escenario de la carrera al Senado, dejando el camino libre a Márcio França, en su esperada composición con Haddad. El pacto entre el PT y el PSB debería firmarse en los próximos días. Sacar a França de la carrera allana el camino a la estrategia del PT de llevar a São Paulo al centro, utilizando el peso de Alckmin y França como herederos de una fracción dirigente del llamado período tucán (1994-2022);
• La crisis de los tucanes es la crisis del PSDB de São Paulo. La retirada forzada de Doria en las elecciones presidenciales fue el último retrato de la crisis orgánica del “tucanato”. Elegido con la fuerza de la “Bolsodoria”, en cuatro años el principal nombre del PSDB vio cómo se diluía su prestigio. La muerte de Bruno Covas, dejando la alcaldía en manos de un desconocido y polémico Ricardo Nunes, fue otro duro golpe. La tarea de Rodrigo García es ingrata. Su suelo es bajo (entre el 10 y el 12%) y tendrá que ocupar un espacio muy congestionado. Cuenta a su favor con la maquinaria gubernamental, cientos de alcaldes y concejales al servicio de su política;
• El bolsonarismo se prepara para una disputa sin precedentes. Su posición parlamentaria es residual, destacando algunas figuras en el parlamento y la alcaldía de una ciudad mediana como Bauru, además del sector empresarial más fiel a la extrema derecha, del que Skaf es su portavoz. Tarcisio es del núcleo duro de Bolsonaro -que no puede hacer alianzas tácitas como ocurría en la época de la “Bolsodoria”. Tiene que tener sus propios representantes, para las batallas que se avecinan, siempre considerando la posibilidad de no legitimar los resultados de las urnas;
• ¿Estamos a las puertas de un “post-tucanato”? El PT y Haddad se han dado cuenta de ello y están invirtiendo en un nuevo proyecto. No es de extrañar que se elija a Fernando Haddad: un tecnócrata, responsable de la renovación generacional de la bancada del PT. Haddad ha publicado recientemente un ensayo sobre teoría, epistemología y política, en el que no deja lugar a dudas sobre sus posiciones y su visión del mundo. Forma parte del pensamiento de la USP (Universidad de São Paulo), aunque renovado, que estuvo en la génesis del proyecto del PSDB;
• La inclusión de Alckmin en la candidatura de Lula fue el mayor símbolo de esta unidad. Alckmin y Haddad estuvieron juntos para reprimir 2013. Fueron derrotados juntos por Bolsonaro, expresando la “Nueva República” en crisis en 2018. Ahora vuelven para un nuevo experimento político. El ideólogo político del “post-tucanato” es Gabriel Chalita, uno de los responsables de la costura entre Alckmin y el PT;
• El camino hacia el “post-tucanato” pasa por Faria Lima (calle de los bancos en São Paulo). Con Chalita, Walfrido Warde y otras relaciones del ámbito empresarial, el banquero Gabriel Galipolo, se sientan las bases políticas de este nuevo proyecto;
• En vista de la situación, confirmando a França en el Senado, el puesto de vicepresidente de Haddad está siendo codiciado por diferentes actores. Los rumores en la prensa hablan de Marina Silva, PSOL y Lu Alckmin. Está claro que la estrategia de Haddad no incluye al PSOL, aunque sea un partido moderado;
• Sin embargo, la decisión del PSOL aún no se ha tomado. La conducta de la Dirección del Estado para definir sus tácticas es deplorable. No hubo ningún proceso de consulta con las bases, salvo una breve reunión online, en la que no se permitió hablar a la militancia. No se ha fijado una fecha para la conferencia en la que se votarán los nombres. Las negociaciones se llevan a cabo a puerta cerrada;
• A diferencia del cuadro nacional, donde la hipótesis de que Lula gane en primera vuelta responde a la necesidad concreta de derrotar el proyecto de Bolsonaro, la definición que la dirigencia del PSOL en San Pablo quiere hacer para arrastrar al Partido a la campaña de Haddad se basa en un pragmatismo;
• Nosotros, que levantamos la precampaña de Mariana Conti, damos la mano por una candidatura que pueda tener mayoría dentro del PSOL. Esto significa que la bancada del Campo Semilla (de las organizaciones trotskistas Insurgencia, Resistencia y Subverta) puede definir su posición, de modo que podamos tener una candidatura independiente en la primera vuelta, comprometiéndonos ya a votar a Haddad en la segunda. En la última encuesta, el espacio a la izquierda expresado en las candidaturas del PSTU y del PCB alcanzó el 5%. Lo ideal es que en São Paulo estas expresiones electorales salgan unificadas, si es posible bajo la bandera del PSOL, que tiene más peso y presencia política y social;
• La táctica de São Paulo responde a necesidades políticas y sociales. Es necesario señalar un programa que dialogue con los sectores avanzados: ¿cuál es la línea de financiación para las universidades estatales de São Paulo, en crisis aguda? ¿Se revertirá la reciente reforma de las pensiones de los funcionarios del Estado? ¿Cuál es la línea para el metro de São Paulo? ¿Cómo debatir con los bajos rangos de la Policía Militar? Sólo un programa de ruptura en el mayor estado del país puede ocupar un espacio necesario para luchar en el presente y construir un nuevo futuro.